Escaso de recursos ofensivos, los centros fueron su único argumento, así hizo los goles en el primer tiempo ante Guabirá. Florentín utilizó un sistema que le quitó fuerza al ataque. De todas maneras, The Strongest sigue puntero e invicto.
Por Ramiro Siles/Premium
El líder The Strongest sumó otros tres puntos al ganarle a
Guabirá (2-1), pero lo hizo a través de una muy pobre actuación —la peor en lo
que va del certamen— y con escasos recursos ofensivos, algo muy llamativo
tratándose del equipo más goleador del campeonato, este domingo en el estadio
Hernando Siles de La Paz por la novena jornada del torneo de la División
Profesional.
El Tigre llegó a 22 unidades conservando el primer lugar y
su condición de invicto, pero su séptima victoria no impidió que se fuera de la
cancha rechiflado por su afición, que le mostró disconformidad por su
rendimiento.
Utilizando el mismo argumento de los centros al área, el
equipo atigrado convirtió los goles de la victoria en la primera etapa; en la
segunda, ni siquiera eso. Otro rival con más atrevimiento le hubiera complicado
y quizás el score no sería el mismo.
Dominador, pero…
En ese primer periodo The Strongest fue un dominador con
pocos recursos ofensivos, el más utilizado fue la llegada por las bandas y los
centros. No tuvo penetración por el medio ni pelotas filtradas.
Aun así llegó a ser un cómodo ganador porque además Guabirá
le facilitó las cosas al esperarlo y no atacarlo. El azucarero optó por
defenderse y no arriesgar. Muy tarde en ese periodo se dio cuenta de que podía
ir al frente con más asiduidad.
A falta de otros argumentos, el Tigre a veces intentó los tiros desde afuera. El primero fue de Jeyson Chura apenas desviado.
Luego fue ese “concierto” de pelotas mandadas al área desde
los costados. Así llegó el primer gol, a los 17 minutos: lanzó Jaime Arrascaita
y cabeceó Willie Barbosa. Paréntesis: dio la impresión de que el brasileño
estaba ligeramente adelantado. Fue el 1 a 0.
El penal que derivó en el segundo también provino de una
jugada lanzada desde la derecha, Jair Reinoso tocó la pelota con el botín e
hizo que rebotara en la mano de Carlos Chore. Indiscutible pena máxima.
Reinoso disparó a la derecha de Saidt Mustafá, quien eligió
el otro palo, a los 32 minutos.
Recién en la recta final se animó Guabirá con un tiro de
Juan Vogliotti, pelota que atrapó Daniel Vaca. Pero poco después, el arquero no
pudo ante un centro de Bruno Pascua y Vogliotti, atento al remate, puso el
descuento a los 43.
Solo el tiro libre de Marteli
Fue peor la segunda mitad para el Tigre, que no tuvo ni
siquiera las subidas por las bandas ni los centros de la primera parte.
Virtualmente le hizo placentero el accionar a Guabirá de
mitad de cancha para atrás, porque no lo volvió a atacar, salvo esporádicas
llegadas con algo de impulso, aunque cero de creatividad.
El DT Gustavo Florentín utilizó en todo el partido línea de
tres en el fondo, innecesaria ante un ataque inexistente del adversario. Los
dos volantes laterales trabajaron en la primera parte, pero ya no en la
segunda. El medio sector se hizo más poblado con el ingreso de Aldo Quiñónez en
vez del delantero Jeyson Chura, variante que no ayudó en nada; más bien, le
quitó cualquier opción de sorpresa hacia adelante. Entonces todo hacia arriba
fue nulo.
En esa segunda parte, la única acción que tuvo el cuadro
atigrado para anotar el tercer tanto fue desde un tiro libre, cobrado por
Fernando Marteli, cuyo disparo fue a dar al travesaño.
Menos mal para Florentín y compañía que Guabirá no fue un
rival que se decidiera a ir al frente y a buscar siquiera el empate, porque de
haberlo hecho las cosas con seguridad serían diferentes.
Fue el peor partido del líder del campeonato, que en la semana tendrá dos pruebas mucho más difíciles: la visita a Blooming en Santa Cruz y el clásico ante Bolívar. Como jugó en Miraflores, difícil augurarle algo bueno.
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