Hablar de Vito Lavadenz es recordar a un hombre cuya voz marcó una época en el periodismo deportivo boliviano. De carácter jovial y espíritu amiguero, Vito dejó una huella imborrable no solo en los medios de comunicación, sino también en el corazón de quienes lo conocieron.
Con una trayectoria construida a pulso y con pasión, Vito se convirtió en una de las referencias obligadas del deporte nacional. Su amor por el micrófono lo llevó a cubrir desde memorables jornadas futbolísticas hasta competencias de diversas disciplinas, siempre con el mismo entusiasmo contagioso que lo caracterizaba.
Su manera de narrar, su cercanía con el público y su conocimiento del ámbito deportivo lo convirtieron en una figura querida y respetada. Pero más allá del periodismo, Vito fue un amigo entrañable, siempre dispuesto a compartir una anécdota, una charla o una sonrisa.
Hoy, su legado permanece vivo en las nuevas generaciones de comunicadores que siguen su ejemplo, y en cada cancha, cabina o micrófono donde se respira la misma pasión que él supo transmitir durante toda su vida.
Paz en la tumba de Vito Lavadenz y resignación a la familia.
*Foto: El Deber.
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