Vie. Mar 29th, 2024

Roberto Petterson (79) fue uno de los primeros dirigentes del barrio 3 de Mayo ubicado en la zona noroeste de Montero. Saavedreño de nacimiento pero montereño de crianza dejó la albañilería para dedicarse al cuidado de la Villa Olímpica, labor que ejerció durante 16 años en ese tiempo vio surgir a muchos deportistas. Su trato afable con sus semejantes hizo que se gane el cariño de muchas personas que lloran su partida.

Este lunes, la Villa Olímpica perdió a su principal guardián don Roberto Petterson que dedicó gran parte de su vida al cuidado de ese campo deportivo del que hizo su segundo hogar. Era habitual observar a don Roberto pasear por el terreno de la Villa con su machete en en mano y silbando una canción.

Siempre andaba pendiente, se esmeraba para que el campo deportivo esté en buenas condiciones para ser utilizado por los deportistas que acuden diariamente a realizar sus prácticas. Era dedicado para cumplir con el mantenimiento y cuándo no había recursos a él no le temblaba la mano para meter la mano al bolsillo y sacar de lo poco que tenía para cumplir con su tarea.

El corazón de don Roberto Petterson dejó de latir la mañana del lunes, una insuficiencia renal le arrebató la vida. No pudo vencer a la enfermedad que lo obligó a abandonar el cuidado de la Villa Olímpica, oficio que le encantaba realizar; su hijo Rubén tomó la posta desde el mes de agosto del año pasado.

En sus años mozo, don ‘Peterete’ como se lo llamaba también, se unió en matrimonio con la compañera de toda su vida, doña Lucrecia Vaca (78) con la que procreó nueve hijos a los que inculcó valores y siempre le recomendaba ser hombres y mujeres de bien.

En el año 2009 don Peterete’ junto a los dirigentes deportivos Robin Cuéllar (+), Bailón Becerra y autoridades de la época, estuvo firme en la defensa de los terrenos de la Villa Olímpica cuando un grupo de avasalladores se quiso apropiar del predio. No le importó arriesgar la integridad física y rompieron los alambres de púa que se habían colocado. Al final los avasalladores desistieron en su afán.

Su hija Dorita Petterson Vaca, considera que su progenitor cumplió su labor en la tierra como buen hombre, «fue un padre cariñoso que nunca desatendió su responsabilidad en el hogar, pero sobre todo con su trabajo en la Villa Olímpica», dijo.

Sin lugar a dudas que la vocación de servicio social y la búsqueda permanente de mejores días para los vecinos de su barrio fue una de las principales virtudes de ‘Peterete’ serán recordadas por sus vecinos y amigos que tuvieron la dicha de compartir con él.

Los restos de don Roberto están siendo velados en su domicilio particular ubicado en la call 3 de Mayo calle Ocoró, diagonal de la Villa Olímpica, sus restos mortales serán enterrados el martes en el cementerio Jardín del Norte.

*Crédito de fotos: Familia Petterson.

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